Vestir bien en la playa no se trata solo de elegir prendas ligeras: se trata de construir una narrativa visual que dialogue con el entorno. En este artículo te comparto tres recursos de estilismo que permiten lograr un look playero coherente, elevado y con intención:
El monocromatismo, que aporta unidad y elegancia sin esfuerzo; el juego con volúmenes y maximalismo, que permite experimentar con siluetas relajadas sin perder estructura; y el punto de anclaje o protagonismo, donde un accesorio se convierte en el centro de atención y equilibra la composición. Estos tres principios, aplicados con criterio, te ayudarán a lograr looks de playa que respeten el contexto sin sacrificar estilo.
El monocromatismo
Este principio es quizás el más sutil, pero el que más define a una persona con visión estética. Cuando hablamos de “paleta cromática direccional” nos referimos a trabajar con una selección intencionada de colores, no más de 2, que estén armónicamente conectados.
Ver kaftan, sandalia, clutch, bañador, sombrero
Un punto de anclaje o protagonismo en el look
En estilismo siempre trabajamos con el concepto de anclaje visual: un punto dentro del look que ordena todo lo demás. Especialmente en verano, cuando todo es más ligero, necesitas ese detalle que marque el carácter del conjunto.
Cuando hablamos de anclaje se nos viene a la mente accesorios: como sombrero, bolso o un maxi collar. Este “ancla” visual sirve para darle peso y coherencia al conjunto. Si no lo tienes, el look puede parecer plano o poco intencionado.
Ver falda, camisa, sandalias, casquete, bikini
Los volúmenes y el maximalismo
No se trata de que todo sea fluido o amplio, sino de cómo cae y qué forma crea. Y aquí la prenda protagonista es el Kaftan, una camisa oversize o una falda voluminosa con corte en A.
Ver falda, sandalias, bañador, collar, cesto
Y aquí algunas referencias más para que podáis meter en la maleta :)
Ver kimono
Share this post